Con frecuencia me piden una receta sencilla para empezar a hacer jabón artesano en casa, y como tiendo a divagar un poco más de la cuenta, creo que acaban pensando que soy un poco bruja y no quiero compartir mis recetas, cosa que no puede estar más lejos de la realidad (por lo menos lo de compartir :) ya que seguramente son cientos las recetas mías colgadas por esos interneses de Dios.
Lo que pasa es que a la gente que empieza, a veces les cuesta darse cuenta de que hacer jabón no es como una receta de cocina, que si sale buena, te la comes y ya está. Hacer jabón es un proceso, y hay que entender un poco el cómo y el porqué el aceite se transforma en jabón. Si no lo comprendemos eso, es difícil que podamos distinguir un jabón bien hecho de uno perjudicial para la piel, por muy bonito y perfumado que sea.
También me gusta advertir siempre a los principiantes de la responsabilidad con la seguridad propia y ajena al hacer jabón, protegiéndonos siempre con gafas y guantes , y usando sólo ingredientes aptos para la piel. La sosa es tremendamente cáustica y aunque cuando el jabón esté terminado habrá desaparecido, durante la elaboración, hay que ser muy prudentes.
Normalmente cuando llego a este punto, la gente suele haber desistido ya de conseguir la receta....
No obstante, hoy no sólo voy a dar una, sino que voy a dar dos, facilitas y sencillas, que no requieren ingredientes demasiado raros, pero que salen estupendamente.
Necesitarás:
· Una báscula digital (no valen las tradicionales de cocina que tienen una aguja, debe pesar al gramo)
· Una ensaladera grande de vidrio, cristal o acero inoxidable (nunca de aluminio o cobre)
· Un recipiente plástico tipo Tupper como de 1 litro de capacidad
· Batidora y cucharas de acero inoxidable
· Film plástico de cocina
JABÓN DE CASTILLA (sólo aceite de oliva)
Este es un jabón estupendo para todo tipo de pieles, sobre todo las sensibles ya que no lleva ni aromas ni colorante. Hay que tener en cuenta que el aceite de oliva por si solo produce muy poca espuma. Estamos acostumbrados a jabones espumosos y pensamos que un jabón con poca espuma no limpia, y eso no es cierto. Seguro que si pruebas este jabón te enamorarás de él.
Ingredientes:
· 500 gramos de aceite
· 60 gramos de sosa en polvo o escamas (siempre mejor en polvo)
· 150 gramos de agua
Estas cantidades deben estar bien pesadas en una báscula digital.
¿Cómo lo hacemos?
1. Ponte los guantes y las gafas de protección, y no te los quites hasta que hayas completado todo el proceso. Asegúrate también de que no haya alrededor ni niños ni mascotas.
2. En un sitio ventilado, mezcla la sosa en polvo con el agua en un recipiente de plástico o cristal que aguante un poco de temperatura, ya que la mezcla produce calor. No respires los vapores que se producen, mejor si usas mascarilla.
3. Deja que esta mezcla se enfríe un poco en un sitio seguro, ya que es cáustica, hasta que esté más o menos a 40/50 ºC
4. Pon el aceite en una cacerola o ensaladera y poco a poco añade la mezcla de agua y sosa mientras remueves con la cuchara
5. Una vez que ya hayas puesto toda la mezcla en los aceites, puedes batir con la batidora a velocidad más bien baja durante un rato, hasta que veas que empieza a espesar como una mayonesa o natillas claritas. Más o menos como aparece en la foto, incluso algo menos espeso, nos vale.
Este punto se llama “Traza” . Según el aceite o la batidora puede tardar más o menos tiempo. Más o menos entre 2 y 15 minutos si lo haces con batidora, y hasta dos horas si lo haces a mano. En este caso puedes parar y descansar cada 15 minutos.
6. Cuando lo tengas en este punto, que ya esté claramente más espeso, puedes ponerlo en el recipiente plástico que habíamos preparado, y lo tapamos con su propia tapa o con film plástico (nunca con papel de plata) y lo dejamos tapado y envuelto en una manta o toalla vieja hasta el día siguiente para que no pierda calor. Verás que puede calentarse bastante las próximas horas, eso es normal y favorece la calidad del jabón
7. Usa jabón o detergente para vajillas para limpiar el menaje que has usado, con los guantes puestos. La batidora debes lavarla con especial cuidado, y volver a lavarla al día siguiente, así si hubiese quedado algún resto, al día siguiente se habría transformado en jabón y se limpiaría con toda seguridad.
8. Entre 24 y 48 horas después de hacer el jabón, verás que ya tiene consistencia dura (más o menos como de queso manchego J ) y puedes cortarlo en pastillas. Ahora deja tus pastillas de jabón en un sitio ventilado y seco durante cuatro semanas, dándolas la vuelta cada semana para que se sequen por todas partes. Durante ese tiempo la reacción química que se produce termina de neutralizar toda la sosa, y además el jabón pierde agua y gana consistencia. Cuanto más tiempo pase secando, mejor es el jabón. Después de estas cuatro semanas, el jabón ya se puede usar. Veréis como vuestra piel os lo agradece.
Como veis, es relativamente fácil, y seguro que os sale bien. Ahora vamos con la segunda receta, muy simple también pero algo más elaborada. El menaje que vamos a emplear es el mismo que en la receta anterior.
JABÓN COCO-OLIVA
Esta receta tiene la ventaja de que el aceite de coco corrige la falta de espuma mencionada en la receta anterior, además vamos a ponerle aroma de lavanda, o si quieres, otro aceite esencial de tu gusto. Voy a insistir una vez más en que jamás de los jamases usemos esos que venden en las tiendas de “todo a 100” o similares que se usan para quemadores o ambientadores, ya que no se pueden emplear en la piel y producen alergias graves. Los aceites esenciales que valen para jabones o aromaterapia son esos que venden en el herbolario en frasquitos pequeños de cristal de color caramelo, y que lamentablemente, hacen que nos duela el bolsillo al pagarlos.
Esta es más o menos la pinta que tienen los aceites esenciales de verdad6. Cuando lo tengas en este punto, que ya esté claramente más espeso, puedes ponerlo en el recipiente plástico que habíamos preparado, y lo tapamos con su propia tapa o con film plástico (nunca con papel de plata) y lo dejamos tapado y envuelto en una manta o toalla vieja hasta el día siguiente para que no pierda calor. Verás que puede calentarse bastante las próximas horas, eso es normal y favorece la calidad del jabón
7. Usa jabón o detergente para vajillas para limpiar el menaje que has usado, con los guantes puestos. La batidora debes lavarla con especial cuidado, y volver a lavarla al día siguiente, así si hubiese quedado algún resto, al día siguiente se habría transformado en jabón y se limpiaría con toda seguridad.
8. Entre 24 y 48 horas después de hacer el jabón, verás que ya tiene consistencia dura (más o menos como de queso manchego J ) y puedes cortarlo en pastillas. Ahora deja tus pastillas de jabón en un sitio ventilado y seco durante cuatro semanas, dándolas la vuelta cada semana para que se sequen por todas partes. Durante ese tiempo la reacción química que se produce termina de neutralizar toda la sosa, y además el jabón pierde agua y gana consistencia. Cuanto más tiempo pase secando, mejor es el jabón. Después de estas cuatro semanas, el jabón ya se puede usar. Veréis como vuestra piel os lo agradece.
Como veis, es relativamente fácil, y seguro que os sale bien. Ahora vamos con la segunda receta, muy simple también pero algo más elaborada. El menaje que vamos a emplear es el mismo que en la receta anterior.
JABÓN COCO-OLIVA
Esta receta tiene la ventaja de que el aceite de coco corrige la falta de espuma mencionada en la receta anterior, además vamos a ponerle aroma de lavanda, o si quieres, otro aceite esencial de tu gusto. Voy a insistir una vez más en que jamás de los jamases usemos esos que venden en las tiendas de “todo a 100” o similares que se usan para quemadores o ambientadores, ya que no se pueden emplear en la piel y producen alergias graves. Los aceites esenciales que valen para jabones o aromaterapia son esos que venden en el herbolario en frasquitos pequeños de cristal de color caramelo, y que lamentablemente, hacen que nos duela el bolsillo al pagarlos.
· 500 gr de aceite de oliva
· 100 gr de aceite de coco
· 10 gr de aceite esencial de lavanda o algún otro de nuestro gusto.
· 75 gr de sosa en polvo
· 195 gr de agua
Fundir el aceite de coco unos segundos en el microondas, o al baño maría si está en estado sólido (en verano suele estar líquido) y mezclarlo en una fuente amplia con el aceite de oliva, luego sigue los pasos 1, 2, 3, 4 y 5 igual que en la receta anterior.
Cuando tu jabón haya comenzado a espesar y veas que está como mayonesa clarita o puré, o sea, la traza que describíamos en el punto 5 de la receta anterior, añade el aceite esencial de lavanda. Poniéndolo en este momento aseguramos que se mantiene lo mejor posible.
Continúa con los pasos 6, 7 y 8 igual que en la receta anterior.
Estas dos recetas son las que considero absolutamente imprescindibles y buenísimas. A partir de aquí, casi seguro que estás irremisiblemente enganchado a la jabonería artesanal, y puedes crear tus propias recetas usando la calculadora de Mendrulandia http://calc.mendrulandia.es/
Espero que te haya sido útil y que te salga genial. Igual hoy soy un poco menos bruja :)