Empezamos con los moldes. Hicimos moldes de acetato de usar y tirar, moldes de látex para el jabón de glicerina y moldes de silicona. por aquí podéis ver una muestra.
Hicimos sellos personalizados para marcar en relieve el jabón, con Fimo de colores, así que nos sentimos un poco como de vuelta a la guardería, y nos reímos mucho de la cara de estupor que ponían los transeuntes cuando veían a un grupo numeroso de adultos con delantal amasando plastilinas de colores. 
Después ya pasamos a la parte más heavy: todo el tema de carpintería. Aquí quiero hacer un inciso: soy una acérrima defensora de las capacidades bricolajeras de las mujeres, y me manejo más que bien con el taladro y la sierra en la mano, pero ¡Ay! no se qué hubiera sido de nosotras de no tener a Juanmi ese día. Vino para ayudar a Vicen y Amparo, su mujer y cuñada, y acabó haciendo todas las ranuras y agujeros habidos y por haber ¡lástima de no tener una foto! El pobre cómo sudó. Quizá el mundo de Hollywood no esté de acuerdo conmigo, pero donde estén hombres amables y colaboradores como él, que se quite George Clooney (se lo dije y me miró raro, je je)
Por orden podéis ver el molde-cortador (sin terminar), el rematador de caras planas, dos vistas del rematador de aristas y el cortador de hilo de acero, que deja los jabones maravillosamente lisitos.
Y porque no podía ser menos, os pongo algunas fotos en las que se nos ve trabajando, y la foto del final del taller en la que se ven algunas cosas más que hicimos y de las que no sacamos fotos.
Es una pena que las fotos no puedan reflejar lo bien que nos lo pasamos y cuánto nos reímos. El día se nos pasó muy deprisa y cuando nos quisimos dar cuenta, eran las ocho.
Un beso y muchas gracias a todos los que vinísteis.
Gracias Arantxa, María y Amparo por las fotos.
