Un litro de aceite usado vertido por el fregadero contamina mil, diez mil, cien mil y hasta un millón de litros de agua limpia, según la página de Internet en la que intentes informarte, y es que lo malo de Internet es que cada uno pone lo que le da la gana y he sido incapaz de encontrar este dato ofrecido por una fuente veraz.
En cualquier caso, está claro que contamina un mogollón, y que es una pena que diariamente se vayan por los fregaderos de las casas cientos de miles de litros de aceite que acaban contaminando los ríos y mares, y es un lujo que no nos podemos permitir.
Convirtamos una postura ecológica y responsable con el medio ambiente en una forma de ahorrar en tiempos de crisis, y es que el aceite usado en casa podemos convertirlo fácilmente en jabón para lavar los platos, los suelos, la ropa… No solo cuidamos la naturaleza sino que podemos ahorrar un dinerito, que siempre viene bien con la que está cayendo.
“JABÓN DE LA ABUELA”
Este jabón se llama así porque es el que se hacia en los pueblos para aprovechar el aceite usado. Antes, en las casas se iba juntando el aceite de oliva, mantecas y otras grasas que se habían usado para freír, y cuando había una cantidad importante, se dedicaba el día entero a hacer jabón para todo el año. Afortunadamente, alguien tuvo la feliz idea de inventar la batidora, y ahora podemos hacer el mismo proceso en pocos minutos, y con bastante menos pinta de brujas.
Anticipándome a esa pregunta que seguro que te estas haciendo, la respuesta es NO. Los aromas del aceite de freír no suelen permanecer en el jabón, así que no temas, que tu jabón no va a oler a chistorra con pimientos.
Este es un jabón muy bueno para la casa, la vajilla o la ropa, y tiene un gran poder desengrasante, pero la alta proporción de sosa que lleva hace que resulte un poco agresivo para la piel, así que no recomiendo su uso cosmético.
Hay muchas recetas diferentes, casi tantas como abuelas, pero la más extendida, seguramente por lo fácil que es recordarla, es la llamada 6-6-1, o sea, 6 litros de aceite, 6 litros de agua y 1 kilo de sosa.
Algunas personas añaden a esta receta un puñado de detergente de lavadora, para mejorar la espuma (como el de la foto, por eso tiene puntos azules :), o bien un puñado de harina fina, para mejorar la textura. También lo he visto con un sobre de azulete, para blanquear la ropa, o incluso con sal.
Personalmente no me gusta demasiado esta proporción, y a mi jabón casero le he ido haciendo ajustes, al final, me quedo con esta proporción:
1 litro de aceite usado
1/2 litro de agua
150 gramos de sosa (es facil de encontrar en Alcampo, Mercadona o Carrefour)
Opcional si vas a usarlo en la lavadora: 70 gr de percarbonato (se compra en Mercado na, donde los productos de limpieza)
Básicamente todas se hacen de la misma manera que ya hemos visto:
-Filtra los aceites para evitar que contengan restos sólidos.
-Pon las grasas en un recipiente grande de plástico o cristal. Una palangana del “todo a 100″ va de perlas. No uses un recipiente ni utensilio metálico, salvo que sea de acero inoxidable. Sobre todo nada de aluminio o cobre.
A partir de aquí, usa unas gafas de protección y guantes de goma.-En otro recipiente resistente al calor, disuelve la sosa en el medio litro de agua. Procura hacerlo en un sitio aireado y no respires los vapores que se desprenden al hacer la mezcla. Verás que se calienta mucho, deja que se enfríe un poco antes de seguir, pero déjalo en un sitio en donde nadie pueda confundirlo con el agua para la sopa o tirarlo accidentalmente. Si tienes perros o gatos, mantelos alejados mientras haces jabón.
-Añade la solución de agua y sosa a las grasas con cuidado y remueve o bate hasta que se espese.
Esto puede llevar su tiempo, sobre todo si lo haces a mano, que puede tardar más de una hora. Con la batidora se hace en unos 10 minutos o menos. No tiene que quedar demasiado espeso, con que notes que ha cambiado la textura y parecen natillas claritas, es suficiente.
-Una vez que espesa, añade si quieres el colorante, el aroma y/o el percarbonato (todo esto es opcinal) remuévelo bien y ponlo en el molde. Puedes usar una caja de madera de las de vino forrada con papel de horno, un recipiente de plástico tipo tupper, una caja de zapatos resistente…casi cualquier cosa vale. Sácalo a las 24 o 48 horas. Tiene que estar suficientemente duro como para poder desmoldarlo sin problemas, pero aún algo tierno para cortarlo con un cuchillo. Corta en pastillas, y deja secar en un sitio aireado y seco durante 4 semanas, dándoles la vuelta cada semana. Pasado este tiempo ya puedes usarlo .
Para usar este jabón en la lavadora, yo suelo rallarlo con un rallador de cocina. Si lo has hecho con percarbonato, que hace que el jabón coja aire, es muy fácil rallarlo porque se desmiga. Puedes poner unas tres cucharadas soperas dentro del tambor de la lavadora (no lo pongas en el cajetín).
Si eres de los que adoran que su ropa huela al detergente comprado "de toda la vida", también puedes mezclar el jabón casero rallado con detergente normal comprado. hasta tres partes de jabón casero por una del comprado ¡Se ahorra un montón sacando hasta 90 cacitos de las cajas de 30!
¿Verdad que no parece muy complicado? Prueba y verás.