Vale, soy dueña de mis actos, pero no siempre tengo control sobre mis impulsos, así que durante las vacaciones empiezo a imaginarme recetas, combinaciones, o me siento inspirada por colores o aromas...en fin, que a mediados de agosto soy como una olla express tratando de soltar el vapor contenido. Inevitablemente llega un día en que me planto las gafas, los guantes y pongo esa cara que hace que mi familia huya despavorida. una cara que todo jabonero conoce. La del ansia, a medias entre la inspiración enfermiza y la absoluta determinación.
Este año , el "Día J" llegó nada más volver de la playa. Estuvimos en Asturias y ya se sabe. ¿Quién no piensa en jabón viendo los henos de Pravia :) * ?
Empecé aprovechando restos que tenía por casa para hacer un par de jabones "de planetas"

Los dos llevan la misma base, de Oliva, palma, palmiste, manteca de cerdo y karité, y aroma de naranja y pachuli, muy flower power.
Cuando terminé, dije "vale, he aprovechado los restos, pero no he hecho lo que quería" así que me lancé a hacer este otro, que me rondaba la cabeza desde hacía tiempo. La misma base, aroma de melocotón (¡qué descubrimiento, cómo me gusta!) y semillas de amapola como exfoliante.
Otra que no fuera yo, se habría dado cuenta de que después de tres tandas, ya es bastante jabón y es el momento de parar, pero mi yo jabonero estaba totalmente desbocado y no pude evitar hacer una tanda más. Huele a litsea cubeba y lavanda, una combinación estupenda que no había probado nunca. Por el otro lado también es muy bonito, pero se me acabó la pila de la cámara :(
Por último, este es un jabón anterior, de hecho, las bolitas del segundo jabón de planetas son de esta tanda, pero como no os lo había enseñado y me parece precioso, aprovecho y lo pongo. Lo hicimos en Julio
Ya digo, que lo de desconectar en vacaciones, es muy relativo.
Besitos
* Si, si, es un chiste malo, lo se, y ya lo había hecho Muñoz Seca antes que yo, pero no he podido resistirme