Que debajo de mi aspecto de apacible ama de casa
cuarent cincuentona se esconde un alma friki, lo sabe todo el que me conoce bien. He ido dejado algunas muestras por el blog aquí y allá.
Por eso no me sorprende que mis hijos tengan cierta tendencia a acumular miniaturas de personajes de cómic o videojuegos, y que más de una vez me hayan pedido algún jabón -o incluso tartas- relacionado con ellos.
Por mis manos han pasado ya bombas de baño con forma de Estrella de la Muerte, jabones R2D2 o Pacman, tartas de Minecraft, galletas jedi...
La cosa es que hace mucho que mi hijo me había pedido un jabón con el emblema del Imperio de Star Wars, y yo lo había ido dejando, y dejando, y dejando...Era un proyecto complicado, y me daba pereza.
Mira tu por dónde, el otro día
Omar publicó en
Facebook que estaba elaborando unos relieves de silicona para jabones, y me puse en contacto con él, porque me parecieron completamente idóneos para este proyecto. Como es un artista, me hizo el molde perfecto, y mi hijo, tan contento con su jabón imperial.
Como digo, seguramente el lado oscuro, con jabones como este, va a quedar tan limpito que van a tener que cambiarle el nombre. Ya me imagino yo a Leia y a Han restregando bien restregado a ese hijo suyo, a ver si se le pasa esa afición al reverso de la Fuerza. Eso seguramente pasará en la siguiente trilogía, y si no, al tiempo. Después de ver las cosas tan tontas que pasan en la última ¿A quién le extrañaría?