domingo, 23 de agosto de 2009

"El plan B" Refundido paso a paso. Rebatching

No se por qué la gente tiene tanta manía a los refundidos. Igual es porque siempre los hacemos cuando estamos enfadados porque el jabón no nos salió como queríamos. Desde mi punto de vista, los refundidos son una tabla de salvación para un jabón perdido y su belleza, como en muchas personas, está en el interior.

El otro día hice una tanda enorme, casi de 4 kilos de jabón de aloe vera, con aceite de aguacate, manteca de cacao.... Imaginaos cómo me fastidió cuando me encontré esto al cortarlo.



No se si se aprecia muy bien en la foto, pero con las prisas, no mezclé bien el aloe y se quedó ahí en medio formando zonas blanditas. ¡Vaya estropicio de cuatro kilos de jabón!

Como yo no soy de las que se dejan llevar por la desesperanza, me lancé al refundido.

Regla número 1: cuanto antes lo refundas, mejor queda, así que lo corté en seguida en cachitos y lo puse en la fuente. Como este jabón estaba muy blando, no le añadí nada de agua, lo que nos lleva a la
Regla número 2: No le pongas mucha agua. Toda la que le pongas tendrá que perderla después y hace que se deforme y se estropee. No pases del 20% Ni aunque te lo pida a gritos el jabón con su aspecto gomoso y duro. Se que a veces es difícil resistirse, hay que ser fuerte.
Lo puse en el microondas un par de minutos, le di unas vueltas, y otra vez al microondas, así en periodos de 1 minuto. En mi caso, como el jabón era muy reciente y blando, no hicieron falta muchos minutos. En seguida estaba así:



Si tu jabón no es muy reciente, quizá un poco de azúcar (un a cucharada por kilo) o la misma proporción de lactato de sodio puede ayudar a conseguir una textura manejable.

Regla número 3: No dejes que el jabón hierva. Se estropea y luego no hay quién lo maneje. Cuando el jabón está bastante blando, es el momento de pasar la batidora.



La batidora deja el jabón bastante homogéneo, pero si aún quedan muchos grumillos, sigue metiéndolo en el microondas más minutos.
Regla número 4: Cuanto más grande el bloque, mejor. No pongas los refundidos en moldes pequeños. Las caras exteriores siempre quedan feas, así que lo dicho, mejor en bloques gordos
Otro problema es que como está bastante gomoso y dificil de trabajar, al enmoldarlo quedan burbujas. Yo voy poniendo cucharadas y extendiéndolas, y cuando tengo el molde lleno, le doy unos cuantos golpes contra el suelo, suficientemente contundentes como para que se deshagan las burbujas, pero no tanto como para que suban los vecinos.
Según se enfría el jabón se va poniendo duro, Si se pone difícil la cosa, vuelve a calentarlo y estará más blando.


Al final, cuando el molde estuvo lleno, apreté todo lo que pude y alisé la superficie con la mano mojada con agua para que no se me quede todo el jabón pegado en los dedos. Ni por esas el jabón queda muy bonito....de momento




Aquí podéis ver todo el mode llenito y liso. El jabón refundido suele tener exceso de agua, así que
Regla número 5: Deja secar el jabón primero en el molde y luego en bloque todo el tiempo que puedas. Si lo cortas demasiado pronto, al perder el agua se deformarán las pastillas y se quedará muy feo y deslucido.




Bueno, ya tenemos el jabón refundido y endureciendo. El jabón refundido tiene la fea costumbre de agarrarse a los moldes o forros como si su vida dependiera de ello, así que suele ser práctico meterlo un buen rato en el congelador. Yo hice eso y al final mi bloque quedó así:


Como véis, no está del todo mal pero no es el jabón más bonito del mundo. las paredes están irregulares y llenas de grietas, el color desvaído y parece que se va a desmigar.
Vamos a dejar que se seque bien en bloque, cuando ya ha perdido todo el exceso de agua, es el momento de pasarlo por el salón de belleza. He usado un cortador para quitar unos milímetros de las paredes, y he rematado los bordes
¡¡sorpresa!!
por dentro el jabón es compacto, con su color intenso y muy bonito. Ya lo dije, la belleza de los refundidos, como la de muchas personas, está en su interior.