jueves, 12 de febrero de 2009

El Museo del Jaboncito

Mi hijo pequeño, un amor de niño, me dice que para que no me aburra de viejecita, me va a montar el Museo del Jaboncito y así seré una viejecita feliz.
Esta semana he encontrado un pequeño tesorito que si algún día tengo ese museo, seguro que estará en un sitio "muy principal"
Estos aceites esenciales me los ha regalado mi suegra, estaban en su casa desde los años 60, se los traía de Inglaterra un amigo importador. La referencia del fabricante es C.W.Field ltd, Speke, Liverpool. ¿verdad que son chulos?

Hay aceites esenciales de rosa, varias clases de lavanda, una de ellas especial para jabones, jengibre, verbena, pepino, Palm & olive, rosa… y los botes más grandes tienen aromas para alimentación de piña, vainilla mejicana, mantequilla, vainilla tahitiana… No les falta detalle, ni siquiera la caja de colacao en la que en la época se guardaba casi todo.

¿A qué huelen? Cerrad los ojos, imaginaos cuando de pequeños visitabais la casa de la abuela, y abríais ese cajón que tienen todas las abuelas del mundo con varios perfumes casi gastados y marrones del tiempo…. Acordaos de ese olor a tiempo antiguo y perfume rancio y mezclarlo con la esencia original, que en algunos casos es aún bien patente. ¿os hacéis una idea?

Como dudo mucho que mi hijo me construya alguna vez semejante museo (Nacho, no es que dude de ti, hijo, es que una madre sabe cuando le están haciendo la pelota :) ) he querido exponer estas pequeñas joyitas que seguro que vosotros, los jaboneros, apreciaréis tanto como yo.
Ah, y si encontráis una lata de Colacao, no dejéis de mirar dentro, casi siempre tienen cosas fascinantes.